Si bien la mayor parte de la población es ahora consciente de que fumar es malo para la salud, y que puede causar problemas médicos y en ocasiones enfermedades graves, mucha gente aún no es consciente del daño que fumar produce a su boca, sus encías y sus dientes.
Cada vez que le damos una pitada a un cigarrillo, los pulmones absorben todo ese humo y la nicotina. Pero no sólo lo absorbe nuestros pulmones, sino que también a través de la piel o la mucosa. Debemos distinguir al mismo tiempo distintos tipos de fumadores. Seguir leyendo…. 

La amplia mayoría de ellos aspiran el humo del pitillo desde la misma boca y por las vías respiratorias. Posteriormente la nicotina entra en contacto con el corriente sanguíneo y distribuido entonces al resto de nuestro cuerpo.
La cavidad bucal es una de las localizaciones donde más se manifiestan los efectos adversos del tabaco. Todo el mundo sabe que fumar mancha los dientes, y que produce mal aliento, pero además, también afecta a la salud de nuestras encías, la estabilidad de los implantes dentales, y puede llegar a ser causante directo de cáncer oral.

El fumador habitual: ¿qué enfermedades bucales debe esperar con el paso del tiempo?

El fumador, además de todas las patologías que pueden sufrir el resto de los mortales, tiene hasta 3 veces más riesgo de sufrir enfermedad periodontal (vulgarmente conocida como piorrea), y la perdida de piezas dentales por dicha patología, según la gravedad y extensión de la misma. El avance de esta enfermedad periodontal además, en los fumadores, es mucho más rápida que en pacientes no fumadores.
Otro de los riesgos es desarrollar lesiones cancerosas o precancerosas. En el caso del cáncer oral, la relación es directa. La nicotina y el alquitrán derivados de la combustión de los cigarrillos, provocan cambios celulares, que pueden resultar en el desarrollo de una lesión cancerosa. Si bien el cáncer oral no es muy frecuente, más del 80% de los pacientes que lo sufren son fumadores.

¿Cómo afecta el tabaco a los tratamientos dentales?

• Tratamiento periodontal: Si te estas sometiendo a un tratamiento periodontal, y fumas, muy posiblemente el tratamiento fracase. El cambio de hábitos en estos tratamientos es vital.
• Obturaciones y reconstrucciones: Fumar provoca que la unión entre el material de obturación y tu diente se tiña de marrón oscuro, y la estética se vea comprometida.
• Blanqueamientos dentales: Si te vas a hacer un blanqueamiento para seguir fumando, mejor no te lo hagas. Fracaso asegurado.
• Ortodoncia: Aquí el tabaco afecta si te decantas por ortodoncia con alineadores o brackets estéticos. Tus aparatos se teñirán, y dará sensación de boca sucia, aunque tengas buena higiene. Además el tabaco aumenta el acumulo de placa, cosa que en ortodoncia no es nada recomendable.

Efectos del cigarrillo electrónico en dientes y encías:

El uso de los cigarrillos electrónicos ha crecido rápidamente hasta convertirse en un hábito muy extendido. Estos dispositivos son aparatos cilíndricos diseñados, en teoría, para ayudarte a dejar de fumar. Los cartuchos de líquido con los que funcionan, contienen, la mayoría de las veces, nicotina y otras sustancias químicas y aromatizantes. Su mecanismo consiste en calentar el líquido y convertirlo en vapor que el usuario aspira.

La ausencia de la combustión propia de los cigarrillos convencionales hace que no se inhalen alquitrán ni monóxido de carbono. Por este motivo, puedes creer que los cigarrillos electrónicos son una alternativa más sana que el cigarrillo convencional, sin embargo, los vapores que producen no están formados solo por vapor de agua. Al aspirar inhalas compuestos producidos por el calentamiento de la glicerina, la nicotina, el propilenglicol, los aromas y otras sustancias altamente nocivas para la salud, adictivas y cancerígenas.

Cada vez son más los estudios de la comunidad médica y organismos como la Organización Mundial de la Salud que muestran los efectos negativos de los e-cigarrillos.
Tenemos que comprender que la salud bucodental es una de las primeras en verse afectadas por la utilización del cigarrillo electrónico.

Las principales complicaciones de salud dental y encías asociadas al uso de cigarrillos electrónicos son similares a las asociadas al tabaco convencional: halitosis, xerostomía, coloración del esmalte, caries, periodontitis y disminución de las defensas ante las infecciones.

Por último, la efectividad de los cigarrillos electrónicos para ayudar a dejar de fumar no ha sido científicamente probada, por lo que no son un método recomendable para este fin. Si se tienen dificultades para dejar de fumar, la solución es buscar consejo profesional en un especialista.

¿Puede ayudarme mi dentista a dejar de fumar?

Los consultorios odontológicos atienden a muchos fumadores, lo que los convierte en claros espacios para intentar prevenir y tratar esta adicción de la forma más sencilla posible, refiriendo los casos más complejos a unidades especializadas.
Idealmente, la planificación para ayudar a los pacientes en los programas de cesación debe basarse en intervenciones graduales en la consulta, pudiendo seguir un modelo parecido a este:

  • Cuidado básico (Breve intervención): Consta de identificar al fumador y valorar su disposición a dejar de fumar.
  • Cuidado intermedio (5-10 minutos): generar sesiones motivacionales para preparar la cesación, listar los recursos necesarios para realizar el cambio y, de considerarlo necesario, se podrían incluir fármacos.
  • Cuidado avanzado (20 minutos o más): Intervenciones intensivas y múltiples. Cuidados complejos para desarrollar un plan de cesación detallado incluyendo: uso de farmacoterapia, análisis de fracasos previos y ajuste de las recomendaciones.
    En todo caso, dejar de fumar es una misión complicada pero no imposible, teniendo en cuenta que cualquier resultado positivo, por pequeño que sea, beneficiará tu salud oral y general. Si decides dejar de fumar y recuperar una hermosa sonrisa no dudes en consultar a tu odontólogo.